jueves, 22 de abril de 2010

Mis alumnos y el chat

    En un momento de descanso, saludé a Juan Carlos que por esos días había empezado a trabajar en el mismo colegio que yo. A diferencia mía, él entregaba su correo a los muchachos de secundaria para conversar, para mantener una relación más estrecha, amistosa, entre ellos y de esa manera influenciar de manera positiva en ellos.
    Le pregunté por las clases que había tenido hasta el momento, en como había notado a los chicos.
- La verdad, que son muchachos tranquilos... en general. Pero siempre hay un grupo con el cual se puede trabajar mejor.
- Primero de secundaria - dije anticipándome a su respuesta.
- Sí.- contestó - Los chicos de segundo y tercero, también son buenos muchachos, pero les falta algo de orientación y de control.
- ¿Por qué lo dices? - inquirí.
- Ah, es por el internet. - me dijo - A la hora que ingresó siempre los encuentro conectados en linea.
- ¿A qué hora los encuentras?
- A toda hora. Desde las dos de la tarde. A las tres, cinco.. ocho, nueve de la noche, a todas horas están conectados.
    Me sorpendió lo que decía. Eso explicaba las ojeras con la cual llegaban a clase. Y también su irritabilidad.
- ¿Y quienes están siempre en línea?
- Jhosep, Angie, la morenita... Andrea. A Romina la he encontrado a las once, doce de la noche. Esa chica no duerme.
- Vaya - dije sorprendido - deberían de prohibir el uso del messenger a menores de edad.
- No es la solución. Eso ya es falta de control de los padres. - dijo Juan Carlos - No es posible que una niña este hasta la una de la madrugada conectada a internet.
- Eso es lo que tú decías..
- ¿Yo? ¿Qué?
- Que se les enseña a los jovenes a usar la computadora como un objeto de diversión más que como un herramienta de trabajo.
- Es cierto...
    Juan Carlos se quedó reflexionando. Sonó el timbre avisando del termino del recreo y entonces cada uno se dirigió a sus aulas, pensando en los alumnos y el chat.

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