lunes, 26 de abril de 2010

El regreso de Brenda

Hoy era el examen bimestral de Lenguaje y mis queridos alumnos estaban nerviosos. Ana María hundía la cabeza en el cuaderno y "devoraba" el cuaderno; Alessandra y Stephany, a diferencia de otros días, no conversaban y cada una de ellas trataba de encontrar su propia manera de estudiar, recitando o rezando, no lo supe muy bien; mientras que Danitza y los otros muchachos apenas me vieron suspiraron hondamente y se sentaron en sus carpetas, preguntando:
- ¿Examen?
- Claro, muchachos - respondí, intentando darle al tono de mi voz cierta cadencia tranquilizadora - No me digan que lo habían olvidado. 
- Síííííííííííííííííííí - respondieron a coro.
Ana María, con la picardia que la caracteriza preguntó.
- ¿Y no puede ser otro día?
Recibio una sonrisa mía por respuesta.
De pronto, se escuchó una voz estridente levantándose en medio del salón. 
- ¿Y a mí no me preguntas si voy a dar examen? - preguntó Brenda, a gritos.
- Profe, sáquela del salón. Desde la clase de Historia está que molesta y molesta. No deja escuchar nada. - intervinó Wilfredo.
- Brenda, cariño, modera tu forma de preguntar. No estamos tan lejos para que grites. - le dije cariñosamente.
- No puedo, profesor, así es mi voz. - dijo con una picara sonrisa.
Le explique que por el tiempo que había faltado a clases, no podía dar el examen. Pero ella insistió en que si podía. Así que consulte con el coordinador del área y él me dio la razón. 
- Brenda -  le dije - realiza algunas ejercicios mientras tus compañeros dan examen.
- Ay, no sé nada - gritó una vez más - Yo no voy a hacer nada. 
- Profe, bótela, no hace nada. ¿Para que la han dejado regresar? - intervinó Wilfredo
- Oe, cierra tu bocota - espetó Brenda.
- Oye, no grites  - dijo Stephany - me vas a dejar sorda.
- Y a mí que me importa.
- Oye no le hables así a mi amiga - intervinó Alessandra, mientras que los otros muchachos también lo hacían.
- Muy bien, todos callados - dije tratando de calmar el barullo, mientras hacia su ingreso la auxiliar, que con su porte marcial hacia callar a todos.
- ¿Que pasa? - vociferó - Profesor, el griterio se escucha por todo el colegio. ¿Quién está haciendo tanta bulla? 
Todos sus compañeros la señalaron, mientras Brenda sólo agachaba la cabeza tratando de esconderse. 
- Profesor, ¿está niña es la que esta haciendo todo el barullo? - preguntó
- Sí, pero... no hay problema, yo me encargó, señora.
- No, profesor, la disciplina en esta instiitución se cumple o se hace cumplir. Ven conmigo, niña. Ya se te ha advertido que no causes más problemas. Trae tus cosas. - dijo con el mismo tono de una corte marcial.
Brenda salió a duras penas. Los muchachos dieron un suspiro profundo y dieron la prueba sin contratiempo. Luego de algunos minutos Stephany preguntó:
- Profesor,  ¿Qué es un barbarismo?
- No, no, mejor díganos cómo se reconoce el objeto directo - intervinó Berta.
Respondí a ambas con una sonrisa.
- Ay, el profesor siempre sonrie - dijo Stephany - Es mi profesor sonriente.
Y en verdad estaba sonriendo, sin darme cuenta, y es que a pesar de todo, era feliz.

5 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Te comento aquí porque no me deja hacerlo en el poema "Que tu mirada no duerma".
No hay manera de que salga el cajetín de los comentarios.
Bueno, el poema es excelente.
Te felicito.

Saludos.

Sandra Figueroa dijo...

Julio, un buen texto el que compartes, te dejo saludos y beso, cuidate.

Gustavo dijo...

hola mi nombre Gustavo Méndez Venegas, considero que eres una persona interesante
y tu perfil me da la confianza de creer en ti para que puedas opinar sobre mi blog.
Es sencillo pero tengo fe en mejorarlo con comentarios expertos como los tuyos. Eres buen escritor y sabes mucho de ortografía.

Juan Carlos Ticacala Vargas dijo...

julio cesar ,amigo mio , mi hermano de la palabra, bien,muy bien por ti ,asi es que ahora llevas tus relatos a otro nivel...

muy buenos tus dialogos ,hermano, muy buenos
ese juego de palabras las ideas la fuerza en los dialogos...

no solo eres un poeta hermano, sino un gran narrador...

ambos somos profesores , claro yo en informatica y tu en letras pero profesores al fin ,¿verdad hermano?

y en cuanto a tu forma de actuar con respecto a brenda es aun muy joven ,los jovenes carecen de mucho Julito para eso nosotros estamos en esta brega de apoyarlos, escucharlos y darles nuestra mano amiga...

julio cesar, mi gran amigo, espero que estes bien recuerda que pase lo que pase con nosotros, siempre seremos sombras de fuego y tu amigo mio seras una llama perenne inmortal sin paliativos...

cuidate mucho julito, nos vemos para tomar un cafe y conversar de poesia y de la vida y de todo aquello que aun nos falta por saber...

Alma Mateos Taborda dijo...

Eres un escritor de fino cuño. Deleitas con cada palabra. ¡Felicitaciones! Un abrazo.